Las hidrojardineras son el fruto de la evolución de maceteros y jardineras hacia recipientes con sistema de autorriego incorporado, que facilitan el mantenimiento de las plantas cultivadas en ellas.

En esta evolución, se ha tenido en cuenta su diseño en tamaños, formas y coloras, la eficiencia del autorriego, materiales de fabricación, etc. Factores que permiten poner en el mercado un completo catálogo de hidrojardineras que satisfacen cualquier necesidad.

¿Qué es una hidrojardinera?

Como hemos avanzado, una hidrojardinera es un recipiente para el cultivo de plantas ornamentales, que lleva incorporado un sistema de autorriego.

Estas pueden tener formas en la línea de las tradicionales jardineras o de maceteros. Actualmente, también y fruto de los diseñadores, hidrojardineras con aspectos muy interesantes, que aportan valor ornamental y estructural al espacio y ambiente en el que son colocadas.

En todos los casos, son de medio a gran tamaño y sus destinos son principalmente oficinas, restaurantes, locales comerciales, etc. en definitiva, espacios grandes.

¿Cómo funciona el sistema de autorriego en una hidrojardinera?

En el diseño de la hidrojardinera, al margen de su estética, se cuenta con el mayor espacio posible para ubicar el sustrato sobre el que se cultivarán las plantas.

El relacionado directamente con el autorriego, es el espacio destinado a ubicación de un depósito estanco inferior que permita el almacenamiento de agua. Este depósito está ubicado en la base de la hidrojardinera, está abierto en su parte superior en contacto con la zona que alberga el sustrato y conecta con dos tubos: uno para reponer el agua y otro destinado a funcionar como nivel, para que se pueda saber en todo momento la cantidad de agua disponible.

La base del recipiente que alberga el sustrato, posee unas cintas de determinados materiales según el fabricante. En todos los casos, son cintas que se pueden humedecer y servirán para poner en contacto el sustrato con el agua del depósito.

Estas cintas, por acción de la capilaridad, transportarán, lenta pero eficientemente, el agua del depósito al sustrato para mantenerlo con una humedad constante y suficiente para el buen crecimiento de las plantas.

Maceteros con sistema de autorriego programable.

En el caso de maceteros o hidrojardineras con sistema de autorriego programable, el autorriego no se realiza por capilaridad, sino que estos, poseen un equipo autónomo con programador y bomba de riego que actúa según conveniencia de la persona encargada de su mantenimiento.

Esta modalidad de productos con sistemas de autorriego programables, se utilizan de forma más interesante en jardinería pública o espacios al aire libre.

Beneficios de un sistema de autorriego.

Los beneficios que aportan las hidrojardineras con respecto a las tradicionales son varios. Uno de ellos es que, al tener un sistema de autorriego, su mantenimiento es mucho menor. Según modelos, puede bastar con cuatro reposiciones de agua al año.

Otro es la calidad del riego. Cuando este es realizado por personas comprometidas con el bienestar de la planta, saben muy bien cuando y no regar, en qué cantidad, etc. Pero cuando el riego es responsabilidad de una empresa de mantenimiento o personas sin un interés mínimo, los riegos llegan a ser un problema para la planta.

Por último, si el sistema de autorriego de la hidrojardinera es de calidad, el flujo de del agua al sustrato es el adecuado, manteniendo la tierra con un nivel correcto de humedad constante. Por cierto, aquí, el sustrato también juega un importante porque sus características influyen en el comportamiento del agua en él.