Sustratos para plantas y jardines.
Para cubrir las necesidades del cultivo de plantas, ya sea en macetas o jardines, se encuentran los sustratos formulados por empresas especializadas en ello.
Se afirma que el sustrato es considerado como uno de los elementos vitales para el cultivo de una planta. En él es donde se desarrollan sus raíces y encuentran elementos como el agua, el aire y los elementos nutritivos necesarios para su nutrición.
Visto así, el sustrato parece ser un elemento físico y mineral que, además, permite el asentamiento de la planta. Sin embargo, es mucho más complejo, porque en él, hay millones de microorganismos, en los que se incluyen hongos y baterías, consiguiendo que el sustrato en realidad sea considerado un suelo vivo. Pero este aspecto ya lo desarrollaremos en un próximo artículo.
¿Qué es un sustrato?
Cuando nos referimos a un sustrato, lo diferenciamos del concepto tierra o terreno, porque el denominado sustrato en sí, lo vincula a un producto prefabricado por empresas especializadas, aunque a nivel de usuario, también puede ser fabricado como sustrato casero.
Al igual que la tierra de un campo, un sustrato también se refiere a un medio o material que se utiliza para el crecimiento de las plantas. Este material actúa como un soporte físico para las raíces de las plantas, a la vez que proporciona las condiciones y el ambiente adecuado para su desarrollo.
Los sustratos pueden variar en composición y se eligen según las necesidades específicas de las plantas que se cultivan.
En términos generales y groso modo, un sustrato debe cumplir con ciertos parámetros o factores para ser efectivo tanto en la horticultura como en la jardinería. Y aquí, el mercado y catálogo de sustratos es muy amplio.
Factores y elementos de un sustrato.
Como ejemplo, algunos de los factores y elementos que participan en un sustrato son:
Espacio poroso. Nos referimos a su capacidad de aireación. El sustrato, gracias a su porosidad, debe permitir la circulación de aire adecuada alrededor de las raíces para facilitar la respiración de las plantas.
Capacidad de retención de agua. Asociado también a su porosidad, debe permitir la retención en la cantidad adecuada de agua, para proporcionar a las plantas la humedad necesaria entre riegos.
Capacidad de drenaje. Siguiendo con su porosidad y materiales que lo componen, un buen sustrato debe permitir un drenaje adecuado del exceso de agua para evitar la saturación de las raíces y prevenir problemas como la pudrición de la raíz o asfixia radicular.
Buena estabilidad estructural. Para proporcionar un soporte estable para las plantas a medida que crecen y se desarrollan sus raíces, el sustrato debe tener texturas y granulometrías adecuadas.
Una cantidad de nutrientes adecuada. La mayoría de sustratos contienen nutrientes esenciales para las plantas, normalmente incorporados durante su proceso de elaboración.
Un pH adecuado. El pH del sustrato debe estar en un rango adecuado para las plantas que se están cultivando en él, ya que el pH afecta la disponibilidad de nutrientes.
Formulaciones de sustratos.
Como hemos avanzado, un sustrato es un formulado a base de materias primas, por tanto, fruto de sus mezclas en proporciones determinadas para ser eficiente como tal, ante un determinado tipo de planta.
Para ello se vienen utilizando diversas materias primas consideradas base para este mercado. Destacar que algunas de ellas, pueden funcionar por sí solas como sustrato, especialmente en el mercado del cultivo sin suelo o hidroponía.
Entre estas materias primas para la elaboración de sustratos se encuentran la turba, perlita, vermiculita, corteza de pino, fibra de coco, etc., junto con otros componentes, como por ejemplo los fertilizantes, estabilizantes de pH o retenedores de humedad.
Con todo esto, vemos que los profesionales de la jardinería y el paisajismo, los viveristas profesionales de plantas ornamentales, frutas y hortalizas, así como los aficionados al mundo de la bricojardinería, disponen de un amplísimo catálogo de formulaciones de sustrato. La elección del sustrato adecuado es fundamental para el éxito del cultivo, ya que afecta directamente al crecimiento y la salud de las plantas que vivirán sobre ellos.
Por cierto. Es muy importante puntualizar que, si bien es importante la calidad de un sustrato, no lo es menos su manejo, porque el riego, por ejemplo, puede hacer fracasar el trabajo dedicado a conseguir un buen sustrato.