La turba rubia es un recurso natural utilizado como materia prima en la elaboración de determinados sustratos, tanto profesionales como para la bricojardinería.

Se trata de un tipo de turba que se obtiene de la descomposición parcial de material vegetal en condiciones de alta acidez y humedad, principalmente de musgos del género Sphagnum spp. Este proceso natural puede tardar miles de años en formar una capa de turba y es reconocida por su color claro y su estructura fibrosa.

Propiedades de la turba rubia para la elaboración de sustratos.

Para la elaboración de sustratos, la turba rubia aporta una capacidad excepcional para retener agua, lo que ayuda a proporcionar un suministro constante de humedad a la planta.

Su estructura fibrosa permite una buena aireación del sustrato, favoreciendo el intercambio de oxígeno y evitando problemas como el encharcamiento.

Su acidez debe ser controlada porque tiende a tener un pH ácido, lo cual es beneficioso para muchas plantas que prefieren un ambiente ligeramente ácido. Sin embargo, es importante equilibrarlo según las necesidades específicas de las plantas que se están cultivando. Esta corrección se puede realizar mediante la aportación de carbonato cálcico o dolomita cálcica.

Por otra parte, la turba rubia es ligera, lo que facilita la manipulación y el manejo de los sustratos en los que interviene.

Todas estas propiedades pasan a formar parte del sustrato, si bien, es habitual que la turba rubia se mezcle con otros componentes como turba negra, vermiculita, perlita, fibra de coco, entre otros, para crear sustratos equilibrados que cumplan con los requerimientos específicos de las plantas cultivadas. Esta mezcla permite ajustar la textura, capacidad de retención de agua y la aireación del sustrato de acuerdo con las necesidades particulares de cada cultivo.

¿De dónde se extrae la turba rubia en Europa?

En Europa, la turba rubia se extrae de turberas altas, principalmente de regiones conocidas por sus vastas áreas de turberas, como los países nórdicos, Irlanda, el Reino Unido, Alemania, Países Bajos y Rusia.

En el caso de los países nórdicos (Finlandia, Suecia, Noruega), cuentan con extensas áreas de turberas, y la extracción de turba ha sido una actividad tradicional. Finlandia, en particular, es uno de los principales productores y exportadores de turba en el mundo.

Alemania ha sido un gran productor de turba rubia, si bien, desde hace unas décadas, ha ido reduciendo su exploración para evitar su impacto medioambiental. Destacar que la turbera elevada más grande de Europa central fue la Bourtange Moor, que originalmente cubría un área de aproximadamente 2.300 kilómetros cuadrados, incluida la parte holandesa.

En el Reino Unido, estas áreas turberas se encuentran principalmente en Escocia e Irlanda del Norte.

En el caso de Rusia, también cuenta con grandes extensiones de turberas, especialmente en regiones como Siberia. La turba extraída en Rusia contribuye significativamente al suministro global de turba.

En Europa, también hay turberas altas en Holanda, Dinamarca, Bélgica, Lituania… la mayoría agotadas o prácticamente paralizada su extracción.

¿En qué otros países se extrae la turba rubia?

Fuera de Europa, la turba también se extrae en otros continentes, aunque la cantidad y la relevancia pueden variar. Algunas regiones notables incluyen, en Norteamérica, a Canadá, conocido por tener extensas áreas de turberas, y Alaska en menor medida.

Algunos países asiáticos, como China y Rusia en la región de Siberia (que también se extiende hacia Asia), extraen turba.

También se encuentran zonas turberas en Australia y Nueva Zelanda, así como en Sudamérica (Chile y Argentina), aunque la extracción de turba puede no es tan extensa como en algunas otras partes del mundo.

Es crucial señalar que, al igual que en Europa, la extracción de turba en otros continentes ha generado preocupaciones ambientales debido a su impacto en los ecosistemas de turberas. Las turberas son hábitats importantes y almacenes significativos de carbono, por lo que la gestión sostenible y la búsqueda de alternativas a la turba, son temas cada vez más relevantes en la industria agrícola a nivel global. Estos incluyen el desarrollo de sustratos a base de materiales renovables y la reutilización/reciclaje de sustratos agrícolas.

¿Cuál es el proceso industrial de la extracción y elaboración de la turba rubia?

La extracción y elaboración de turba rubia es un proceso industrial que implica varias etapas. Aunque los detalles pueden variar según la región y las prácticas específicas.

En primer lugar, se selecciona la turbera alta donde se pretende extraer la turba rubia. Están generalmente compuestas por musgos del género Sphagnum y suelen ser zonas húmedas y ácidas, características ideales para la formación de turba.

Antes de la extracción, es común drenar la turbera para facilitar el acceso y la extracción de la turba.

Seguidamente, se utilizan máquinas especializadas, como cosechadoras de turba, para cortar y extraer capas de turba. Estas máquinas suelen tener cuchillas que cortan la turba en bloques o láminas.

La turba extraída se deja al aire libre para que se seque. Durante este proceso, se pueden formar pilas de turba para facilitar el secado.

La turba recogida se puede moler o tamizar para obtener una textura más fina y uniforme, dependiendo del uso previsto. Este paso ayuda a mejorar la uniformidad de la turba en la mezcla de sustratos.

La turba ya procesada se envasa en sacos o se distribuye a granel según las necesidades del mercado. Esta puede ser transportada a nivel nacional o internacional para su uso en la industria de sustratos.