El sustrato de plantación es una de las especialidades que podemos encontrar visitando la sección de áridos y sustratos de un vivero, una gran superficie o incluso una floristería. En ella, nos encontramos un mayor o menor catálogo de sustratos, entre ellos, el que da motivo a este artículo.

En un mercado lleno de opciones, conocer las herramientas que están a disposición del aficionado al jardín o huerto urbano, es clave. Y este sustrato de plantación es precisamente uno de los productos formulados y envasados que encontramos en los lineales, identificado como una especialidad dentro del amplio mundo de los medios de cultivo. Se presenta en envases de diversos tamaños, listo para usar, y está diseñado específicamente para el mercado de la bricojardinería y el bricohuerto.

¿Qué es exactamente el sustrato de plantación?

Podríamos definir el sustrato de plantación como un medio de cultivo diseñado por empresas especializadas, pensado para ser utilizado en la plantación o en el cambio de contenedor (trasplante) de un amplio espectro de especies vegetales.

A menudo surge la pregunta: ¿es lo mismo que un sustrato universal? La respuesta corta es: son muy similares, a veces incluso idénticos en formulación, dependiendo del fabricante.

Se puede decir que el sustrato de plantación es, en muchos casos, una denominación comercial específica para un producto que se sitúa, en cuanto a sus características, muy cerca del sustrato universal, quizás con un ligero ajuste hacia las necesidades de las plantas que habitualmente cultivamos en exterior.

Es, en esencia, una formulación versátil pensada para dar un buen soporte inicial a muchas de las plantas que cultivamos en casa o el jardín.

Composición y propiedades del sustrato de plantación.

La clave de un buen sustrato de plantación reside en la calidad y proporción de sus ingredientes. Aunque cada fabricante tiene su fórmula particular, la base suele compartir componentes esenciales, como por ejemplo:

  • Materias orgánicas estructurantes: Habitualmente, una mezcla equilibrada de turba rubia, más fibrosa, que mejora la aireación y la retención inicial de agua; y turba negra, más descompuesta, que aporta estabilidad y nutrientes a más largo plazo.
  • Compost vegetal: Considerado por muchos el ingrediente estrella. Procede de la descomposición controlada de materia orgánica vegetal. Este aporta nutrientes de liberación lenta, mejora la estructura del suelo, incrementa la capacidad de retención de agua y fomenta la actividad microbiana beneficiosa. Su presencia suele ser un indicativo de calidad.
  • Fibra de coco: Un material cada vez más popular por su sostenibilidad y excelentes propiedades físicas. Con él se mejora la aireación, la capacidad de rehidratación y ayuda a mantener una estructura esponjosa.
  • Materiales drenantes: Frecuentemente se incluye, entre otros, la arena de sílice o, en menor medida, perlita. Su función es crucial porque asegurar que el exceso de agua pueda evacuarse fácilmente, evitando el encharcamiento y la asfixia de las raíces. Un buen drenaje es tan importante como una buena retención de humedad.

El objetivo final de esta mezcla es conseguir un equilibrio físico-químico óptimo. Se trata de conseguir una buena capacidad de retención de agua para que las plantas no pasen sed rápidamente, pero también un excelente drenaje para evitar problemas de raíces.

Además, se busca un pH ligeramente ácido a neutro, alrededor de 6,5, que es adecuado para la mayoría de las plantas ornamentales y hortícolas. Finalmente, estos sustratos suelen incorporar un abonado de fondo de nivel medio, que proporciona los nutrientes básicos para las primeras semanas de desarrollo de la planta.

Usos del sustrato de plantación.

Su versatilidad es uno de sus puntos fuertes. El sustrato de plantación es ideal para las nuevas plantaciones. Al comprar una planta nueva, ya sea para maceta, jardinera o directamente en el jardín, por ejemplo, en un parterre, este sustrato proporciona el entorno perfecto para sus raíces. Simplemente, hay que rellenar el contenedor o el hoyo de plantación con la cantidad necesaria.

También para los trasplantes. Cuando una planta ha agotado el sustrato de su maceta o simplemente necesita más espacio, el sustrato de plantación es una opción idónea. En el proceso se recomienda retirar con cuidado parte del sustrato viejo y desgastado de la superficie y los laterales del cepellón, y rellenar el nuevo espacio con el sustrato fresco.

Y en el caso de mejora de suelos. En el caso de pequeñas áreas del jardín, como arriates o parterres, mezclar el sustrato de plantación con la tierra existente puede mejorar notablemente su estructura y fertilidad.

¿Para qué tipos de planta se recomienda el sustrato de plantación?

El sustrato de plantación está especialmente indicado para la gran mayoría de plantas de exterior, tanto verdes como de flor. En el caso de las plantas de interior, aunque este funciona bien, es preferible recurrir a sustratos más específicos, como los denominados sustrato para plantas de interior.

Sin embargo, es importante recordar que existen plantas con necesidades muy específicas. Para ellas, es preferible optar por formulaciones especializadas que están descritas en otros artículos en esta revista Macetasysustratos.com como, por ejemplo, el sustrato para cactus y crasas, ya que este tipo de plantas necesitan un drenaje excepcional. O el sustrato para plantas acidófilas para hortensias, azaleas, camelias, rododendros… que requieren un pH ácido.

Venta de sustrato de plantación.

Encontraremos el sustrato de plantación en los puntos de venta físicos especializados (centros de jardinería, cooperativas agrícolas, grandes superficies de bricolaje, etc.) y también en numerosas tiendas online.

Dado que se suele utilizar para tareas que requieren un volumen considerable (llenar jardineras, trasplantar varios ejemplares), los formatos de venta más habituales son generosos, oscilando generalmente entre los 20 y los 80 litros.

Estos productos se presentan en envases de plástico flexible, serigrafiados con diseños llamativos que ayudan a identificar la marca y el tipo de producto. Es fundamental que el envase incluya información clara sobre la composición básica, el pH, el contenido en nutrientes (abonado NPK), el volumen en litros y los datos del fabricante.

Para mantener sus propiedades intactas hasta su uso, es crucial guardar los sacos (tanto cerrados como los restos una vez abiertos) en un lugar fresco, seco y protegido de la luz solar directa y de la lluvia.