En el argot profesional, pero especialmente en el del bricohuerto y bricojardinería, se encuentran las expresiones de cultivar en turba o cultivar en un sustrato, como si se tratase de sinónimos. Igual sucede con otras expresiones como, por ejemplo, fertilizantes y abonos. Y no lo son.
Cultivar sobre turba es hacerlo directamente sobre una materia prima que puede estar o no fertilizada y con pH corregido. En cambio, sobre un sustrato o substrato según se quiera definir, implica un producto elaborado y formulado con diferentes materias primas, en las que puede contener turba rubia, turba negra o ambas en las proporciones que se consideren.
¿Qué es la turba?
En otros artículos hemos explicado en profundidad qué es la turba. En el caso de la turba rubia, se trata de un recurso natural utilizado como materia prima en la elaboración de determinados sustratos, que se obtiene de la descomposición parcial de material vegetal en condiciones de alta acidez y humedad, principalmente de musgos del género Sphagnum spp. Por lo tanto, se extrae de turberas y solo se utiliza las partes superficiales de las mismas.
En el caso de la turba negra, su origen es ese mismo Sphagnum spp. pero de las capas inferiores del perfil del suelo, con un musgo mucho más descompuesto y, por lo tanto, una turba más humificada. También esta turba negra puede tener otras procedencias como, por ejemplo, de lagunas, marjales, humedales, ciénagas, etc.
¿Qué es el sustrato?
Como hemos avanzado, un sustrato es un medio de cultivo ya preparado que sirve de soporte para el desarrollo radicular de las plantas, donde se encuentran la fuente de nutrientes, el aire y la humedad que la planta necesita para su ciclo de vida.
También se considera un sustrato, aquella materia prima que, con un uso y manejo adecuado, también permite el cultivo de una planta. Por ejemplo, la lana de roca, la perlita, la fibra de coco, la lava volcánica (picón) e incluso la graba, entre otros. Se trade del llamado cultivo sin suelo.
¿Cuál es la diferencia entre una tierra y un sustrato?
También se utiliza la expresión dual de tierra y un sustrato, pero en este caso, se le da más diferenciación y precisión. El sustrato ya hemos avanzado que se trata de un medio de cultivo prefabricado, mientras que la tierra, hace alusión al terreno directamente disponible en el campo.
Esta tierra puede ser mejorada mediante enmiendas orgánicas u otros materiales minerales o inertes para su mejora ante un determinado cultivo. Pero siempre se sitúa sobre el campo… directamente sobre el terreno de cultivo.
En definitiva, turba y sustrato no es lo mismo y la elección de uno u otro dependerá del uso del producto.
Venta y compra de turba y sustrato.
Ya hemos visto la turba y el sustrato no es lo mismo. Por lo tanto, cuando encontramos en los puntos de venta envases de turba y sustrato, debemos prever que no contienen lo mismo.
La venta de turba y sustrato obedece a dos líneas de productos distintos. La turba está orientada a configurar sustratos finales, participando como materia prima.
En cambio, el sustrato está listo para ser utilizado para la plantación o trasplante. Estos sustratos fabricados pueden estar elaborados para el mercado profesional según referencias y cultivo de destino. Por ejemplo, los sustratos para semilleros, sustratos TKS, sustratos para vivaces, sustrato para esquejes, etc.
Para el mercado del bricohuerto o bricojardinería, existe un amplio catálogo de formulado para diferentes grupos o especialidades de plantas. Ejemplo de ellos son el sustrato universal, sustrato para plantas de interior, sustrato para plantas de exterior, sustrato para huerto urbano, sustrato para plantación, sustrato para bonsáis, sustrato para semilleros, sustrato para plantas acidófilas, sustrato para estanques y plantas acuáticas, sustrato para cactus, sustrato para orquídeas, sustrato para plantas de marihuana, etc.