Actualmente, sobre todo en el sector de la producción de planta ornamental, se encuentran los sustratos TKS. En este artículo damos respuesta al significado de estas siglas y su proceso histórico que, con el tiempo, han llegado a convertirse en una marca comercial.

Durante el último tramo del pasado siglo XX, la turba rubia entró en escena a nivel popular como principal materia prima para la fabricación de sustratos de cultivo, en especial para la producción de plantas ornamentales.

Para la producción en España, la turba rubia procedente de Alemania se convirtió en la principal fuente de suministro, seguida a distancia de la turba finlandesa.

En un principio, era una turba rubia de aspecto basto, simplemente extraída de las turberas, seleccionada y clasificada según estructura y textura, sin más, una turba rubia como materia prima con su pH ácido original.

Las primeras mezclas de sustrato profesionales.

El vivero, debía realizar sus mezclas para fabricar sus propios sustratos según las necesidades de las plantas cultivadas, corrigiendo en pH de esta turba con dolomita cálcica o carbonato cálcico, añadiendo algún abonado de fondo, e incorporando otras materias primas más comunes en España como, por ejemplo, el llamado brezo: hojas de carrasca extraídas del monte.

Fruto de la evolución, las empresas fabricantes, en este caso nos referimos a las alemanas, comenzaron a ofrecer sustratos listos para ser utilizados, con pH estabilizado y abonado de fondo. Ademán comenzaron a utilizar en las mezclas a la turba negra.

El TKS como sustrato de turba para cultivo.

Algunos de estos sustratos elaborados y listos para ser utilizados, se comenzaron a conocer bajo las siglas TKS, que significaban sustrato de turba para cultivo, traducido de las palabras en alemán TorfKulturSubstrat.

Estas siglas, TKS, estaban acompañadas de un número (TKS 1 o TKS 2, por ejemplo) en función del nivel de fertilización de abonado de fondo que llevaba incorporado, así como cambios en su estructura.

Siguiendo con este ejemplo, los sustratos TKS 1, de estructura más fina, son los indicados para las primeras las fases de cultivo: siembra y el repicado de plantas jóvenes. En cambio, los sustratos TKS 2, de estructura media, lo son para fases más avanzadas en trasplantes o cultivos en macetas y contenedores mayores.

Posteriormente, estas siglas TKS han sido registradas por una empresa alemana, especializada en la fabricación de sustratos, de ahí que encontremos estas siglas como TKS®.