El sustrato para cubiertas verdes debe poseer una serie de características que van más allá de las propias de un sustrato para el buen desarrollo de las plantas cultivadas en él.

Las cubiertas de edificios o instalaciones, como sus nombres indican, están sobre terrazas o azoteas, por lo tanto, superficies expuestas directamente a las inclemencias del tiempo, y condicionantes como un peso que no puede sobrecargar las infraestructuras de del propio edificio.

Sustrato especial para techos verdes.

En el argot de la profesión, a los sustratos para cubiertas verdes también se les denomina sustrato para techos verdes o sustrato para cubiertas vegetadas o ajardinadas. En todos los casos estamos ante una misma modalidad de sustrato.

Este debe ser un suelo de bajo mantenimiento que contenga el equilibrio adecuado de materias primas y nutrientes.

Debe estar diseñados para optimizar el uso del agua, a la vez de poseer en menor peso posible. Y todo ello, siendo adecuado para el correcto crecimiento de las plantas en las que se desarrolla.

¿Cómo es el sustrato para cubiertas ajardinadas?

El sustrato para cubiertas vegetadas tiene una composición especial, estando diseñado específicamente para el crecimiento de las plantas en un ambiente artificial como son estas zonas de exterior.

Estas estructuras deben tener presente el que posean una larga vida útil, pudiendo superar los 50 años en los casos mejor diseñados. En este contexto, el sustrato debe ser estable en el tiempo, si bien no todo, sí el mayor posible.

Para ello, debe ser estable en el tiempo y no descomponerse rápidamente, por lo que la elección de las materias primas debe ser estudiado. Para ello, debe predominar la materia inorgánica, aportando estabilidad y drenaje. Hay que tener presente, que la propia descomposición de los, tallos, hojas y flores que van muriendo en la planta con el tiempo, entran a formar parte del ciclo de la vida del suelo, manteniendo, cuando no incrementando, los niveles de materia orgánica. A ello se suma el ciclo de los microorganismos que también viven y mueren en él.

El conjunto debe ser liviano, por lo que materias primas como la arcilla expandida y las piedras de origen volcánico (lava), son clásicas en estos sustratos. Estas, al ser muy porosas, pesan poco, contribuyen a acumular agua para luego ir liberándola.

También se utilizan otras materias primas inertes como la piedra pómez, vermiculita, perlita, entre otros. En su conjunto, un buen sustrato para cubierta ajardinada suele contener sobre el 70 y el 80 % de material mineral o inorgánicos. El 20 0 30 % será materia orgánica como turba o compost.

Un sustrato de este tipo es liviano para no sobrecargar la capacidad estructural del edificio, a la vez de ser capaz de suministrar a las plantas el agua y los nutrientes necesarios, así como de servir de anclaje para el sistema radicular. En este contexto, su granulometría y textura son clave, para que mantenga un buen equilibrio entre la retención de agua y el drenaje.

Fertilizantes para el sustrato de cubiertas vegetadas.

Por lo general, las plantas utilizadas en las cubiertas vegetadas son plantas enmarcadas dentro del grupo de la xerojardinería, con necesidades escasas de humedad y nutrientes. Además, son de porte pequeño y de tendencia rastrea para servir como cubresuelos.

Esto implica que, en su mantenimiento, no necesita cuidados especiales ni aportes de fertilizantes grandes y periódicos.

Sí, es conveniente aportar un abonado de fondo que permita iniciar su cultivo de forma exitosa. Si es de mediante un abono de liberación lenta y controlada mucho mejor.

A partir del medio año de la plantación, coincidiendo con el principio de primavera y el de mediados de otoño, se puede aportar un fertilizante granulado que se esparce sobre la cubierta vegetal. Un equilibrio más rico en nitrógeno en el primer caso para favorecer el desarrollo foliar de la planta, y más rico en potasio en el segundo, para ir preparando la vegetación para las épocas más frías del año.

Profundidad del sustrato para cubiertas verdes.

Uno de los factores limitantes es el tamaño de la capa de los sustratos para cubiertas ajardinadas. Este suele ser escaso, entre los 5 y 15 centímetros, como más habitual.

Esto implica que debe ser funcional en estas capas y que las plantas que se cultivan en él, deben tener un sistema radicular poco profundo y fasciculado.

En esta capa, debe tenerse presente sus centímetros más profundos, que deben funcionar perfectamente como drenaje, para, a su vez, canalizar los lixiviados a las zonas de desagüe.

Venta de sustratos para cubiertas vegetadas.

La venta de sustratos para cubiertas vegetadas se suele realizar en big bag para un mejor transporte y descarga. Se necesitan en su conjunto importantes volúmenes de sustratos, y trasladarlos a zonas poco accesibles. En estos casos, la modalidad de sustratos en big bag son la solución, pudiendo ser elevados mediante grúas a alturas considerables.

La capacidad de estos big bag para el transporte de sustratos suelen ser de un metro cúbico (1.000 litros).

En el momento de su implementación, hay que tener en cuenta que también la necesidad de áridos para drenaje, que compondrán una fina capa en el fondo de la capa de sustratos. No es el sustrato propiamente dicho, es un complemento para mejorar el drenaje y ayudar al mejor desarrollo del sistema radicular.

En estos casos, nos referimos a cubiertas vegetadas extensivas o semiextensivas. En el caso de pequeñas zonas, también se comercializan sustratos para cubiertas ajardinadas en pequeños envases, normalmente bolsas pequeñas de 25 a 80 litros.

En todos los casos, la mezcla de estos sustratos debe realizarse o bien en la empresa fabricante o en un espacio que no sea la propia cubierta. Hacerlo sobre la propia terraza es un error, porque previamente se ha debido realizar un trabajo de impermeabilización, y este puede dañarse durante la formulación del sustrato. Es más, este debe esparcirse con el mayor cuidado posible, y manteniendo una distribución homogénea sobre el suelo.