Las macetas colgantes se definen como contenedores para plantas diseñados para ser suspendidos en el aire mediante cuerdas, cadenas o soportes, en lugar de colocarse directamente en el suelo o sobre una superficie.

Estas macetas colgantes son fabricadas en una variedad de materiales como cerámica, plástico, metal o mimbre, y pueden ser de diferentes formas y tamaños para adaptarse a distintos estilos decorativos.

Macetas colgantes para la decoración de interiores y exteriores.

Las macetas colgantes, en función de su diseño, pueden emplearse en la decoración de interiores y exteriores, eligiendo, en cada caso, aquellas especies de planta más adecuadas, tanto para el ambiente donde van a crecer, como para el propósito perseguido a nivel de decoración.

Su mayor aplicación está en el sector de la bricojardinería, si bien, se aumenta su empleo en jardines públicos. En estos casos, estas macetas suelen formar parte de una estructura compleja que incluye el soporte y sistema de riego automatizado.

En el ámbito de la bricojardinería, se pueden utilizar en espacios pequeños, como apartamentos o habitaciones con poco espacio en el suelo, permitiendo introducir plantas sin ocupar superficies. Esto es ideal para maximizar el uso del espacio vertical.

En exteriores, su utilidad es en balcones, patios o jardines, las macetas colgantes permiten decorar sin restar espacio para el tránsito o para otras actividades.

En cuanto a su uso en jardinería pública, se utilizan mediante apliques sobre la parte baja de las fachadas de los edificios en calles, o mediante estructuras especiales en plazas, avenidas o dispersas en zonas concretas de jardines.

Materiales más frecuentes en la fabricación de macetas colgantes.

Las macetas colgantes se fabrican en una amplia variedad de materiales, cada uno con sus propias características estéticas, funcionales y de durabilidad. A continuación, detallamos los materiales más comunes.

Macetas colgantes de cerámica.

Ofrecen una apariencia elegante y sofisticada, con acabados que pueden ser tanto brillantes como mate. La cerámica puede ser pintada o esmaltada en una amplia gama de colores.

Es un material que aporta durabilidad porque son bastante resistentes, aunque pueden ser frágiles y romperse si se caen. Por sus características, ayudan a mantener la humedad del sustrato, lo que puede ser beneficioso para ciertas plantas.

Macetas colgantes de plástico.

Están disponibles en una gran variedad de colores y diseños, desde los más sencillos hasta los que imitan otros materiales como la cerámica o el mimbre.

Son ligeras, económicas y resistentes a las caídas. Sin embargo, pueden deteriorarse con el tiempo si se exponen al sol y a las inclemencias del tiempo. Por su diseño permiten un buen drenaje y son fáciles de mover debido a su ligereza.

Macetas colgantes de metal.

Estas ofrecen un aspecto industrial, moderno o vintage, dependiendo del tipo de metal y su acabado (galvanizado, pintado, envejecido).

Son muy resistentes, especialmente cuando están tratadas para resistir la oxidación. Sin embargo, algunos metales pueden calentarse demasiado al sol, lo que podría dañar las raíces de las plantas.

Por lo general, suelen ser más pesados que otros materiales, lo que puede requerir una estructura de soporte más robusta.

Macetas colgantes de mimbre y ratán.

De mimbre y ratán, material natural y resistente que se obtiene a partir de las palmas de un tipo de arbusto que crece en los trópicos, aportan un estilo natural, rústico y bohemio, ideales para decoraciones más orgánicas y cálidas.

Son menos resistentes a las inclemencias del tiempo y pueden deteriorarse si se exponen a la humedad constante o al sol directo. Suelen estar revestidos internamente con plástico para retener el agua.

Estas macetas son ligeras y aportan una buena ventilación a las raíces, aunque requieren cuidados adicionales para prolongar su vida útil.

Macetas colgantes de fibra de coco.

Las de fibra de coco tienen un aspecto natural y rústico, y suelen usarse en combinación con estructuras metálicas para que sean consistentes.

Son biodegradables, por lo que eventualmente se descomponen, pero suelen durar lo suficiente para varias temporadas de cultivo.

Ofrecen un excelente drenaje y aireación para las raíces, ideales para plantas que necesitan un sustrato ligero y aireado.

Macetas colgantes de madera.

Las de madera ofrecen un aspecto cálido y natural, ideal para ambientes rústicos o de estilo natural.

Dependiendo del tipo de madera y de su tratamiento, pueden ser bastante duraderas, aunque requieren mantenimiento para evitar la podredumbre o la infestación de plagas.

Estas macetas de madera son porosas, lo que ayuda a la aireación de las raíces, pero pueden necesitar un revestimiento interno para retener la humedad.

Macetas colgantes de vidrio.

Las de vidrio se utilizan en ocasiones concretas. Son más decorativas que funcionales y suelen utilizarse para plantas como suculentas o plantas de aire.

El vidrio transparente permite ver las raíces y el sustrato, lo que puede ser un elemento decorativo interesante. Pero solo se pueden plantar en ellas, aquellas plantas cuyas raíces no sean excesivamente sensibles a la luminosidad.

Estamos ante macetas frágiles y pueden romperse fácilmente, por lo que requieren cuidado en su manipulación. No permiten la transpiración ni el drenaje, por lo que son más adecuados para plantas que requieren poca agua.

Las plantas más adecuadas para las macetas colgantes.

Para la elección de las plantas más adecuadas para las macetas colgantes dependerá en gran medida de factores como el nivel de luz disponible, la ubicación (interior o exterior), y el clima.

Para interiores, pueden utilizarse los potos (Epipremnum aureum), helechos (Nephrolepis spp.), la planta araña o cinta (Chlorophytum comosum), la hiedra inglesa (Hedera helix), el filodendro (Philodendron scandens) y la planta de aire (Tillandsia spp.), por ejemplo.

Para espacios de exterior, son recomendables las petunias (Petunia spp.), murcianas (Pelargonium peltatum), la lobelia (Lobelia erinus), las fucsias (Fuchsia híbrida), la campanilla (Campanula spp.) y la bacopa (Sutera cordata), también como ejemplos.

Estas plantas, junto a cada uno de estos materiales, aportarán su propio encanto y función con respecto al estilo decorativo deseado.