Las bandejas de transporte y cultivo termoformadas están diseñadas para el optimizado del manejo de plantas en maceta en el vivero. Estas difieren de las bandejas portamacetas universales en que poseen orificios que aportan sujeción y espacios individuales a todas las unidades de plantas que contiene.

En la producción de planta ornamental, la eficiencia es clave. Desde la propagación inicial hasta la llegada al punto de venta final, cada etapa del proceso productivo debe ser optimizada para asegurar la sanidad vegetal, reducir costes y minimizar mermas. En este contexto, las bandejas de transporte y cultivo termoformadas se han consolidado como una herramienta indispensable en cualquier vivero moderno que maneje planta en maceta de pequeño y mediano tamaño.

Bandejas de transporte y cultivo para el ahorro de mano de obra.

Estas bandejas no son un simple soporte; son un componente funcional diseñado para integrarse en la logística y el manejo diario de miles de plantas. Su principal función es agrupar y contener un número determinado de macetas, facilitando así su manipulación conjunta.

Esto es fundamental tanto durante las distintas fases del cultivo (riego, abonado, tratamientos fitosanitarios, cambios de ubicación dentro del invernadero o vivero exterior) como, durante el transporte entre instalaciones o hacia los centros de distribución y puntos de venta. Con ellas se permite mover bloques compactos de plantas en lugar de unidades individuales, lo que se traduce directamente en un ahorro significativo de tiempo y mano de obra.

Bandejas fabricadas mediante el proceso de termoformado.

La elección del material es fundamental para su funcionalidad y coste. Generalmente, estas bandejas están fabricadas mediante el proceso de termoformado, igual al utilizado en la fabricación de las macetas termoconformadas, que consiste en calentar una lámina de plástico hasta hacerla maleable y darle forma mediante moldes.

Los materiales plásticos más comunes son el polipropileno (PP), polietileno (PE) o poliestireno (PS). Estos polímeros ofrecen la combinación ideal de ligereza, resistencia a la humedad, flexibilidad para absorber impactos leves sin romperse y un coste de producción relativamente bajo, lo que las hace económicamente viables para su uso masivo en vivero.

Venta, durabilidad y tamaños de las bandejas de cultivo y transporte.

Estas bandejas pueden ser de un solo uso o, dependiendo de su grosor y calidad, diseñadas para múltiples ciclos de cultivo y transporte.

Sobre la venta de bandejas de cultivo y transporte para viveros, las empresas fabricantes las comercializan en palets de, por ejemplo, 980, 1.400, etc. unidades, dependiendo del tipo de bandeja. En cuanto a su venta para clientes finales, que también se comercializan en centros de jardinería, centros de bricolaje y tiendas online, se pueden vender desde una unidad a paquetes con varias unidades según lo ofrezca la empresa como unidades de venta.

En cuanto a sus dimensiones, aunque existen multitud de formatos adaptados a necesidades específicas o tipos de maceta, la industria ha estandarizado ciertas referencias para facilitar la logística global, especialmente en el transporte sobre palets europeos (120×80 cm) o carrys daneses (135×54 cm).

Es habitual encontrar bandejas con un footprint que es una fracción exacta de estas bases logísticas, siendo muy comunes las dimensiones aproximadas de 60×40 cm o 50×30 cm. Sin embargo, la referencia más práctica para el cultivador suele ser el número de macetas que alojan: bandejas para 6, 8, 10, 12, 15, 18 unidades, e incluso formatos más pequeños para maceta forestal o grandes para contenedores de 3 o 5 litros. Esta estandarización en el número de celdas facilita la planificación de la producción y los pedidos.

Bandejas de transporte y cultivo termoformadas en cultivo

La funcionalidad de las bandejas de transporte.

La funcionalidad de estas bandejas son funcionales, especialmente para macetas de pequeño y mediano calibre. Hablamos normalmente de contenedores que van desde los P7/P9 (macetas cuadradas o redondas de 7 a 9 cm de lado o diámetro) hasta tamaños de 13-15 cm de diámetro (equivalentes a C3 o C5, si son redondas).

Para macetas de mayor tamaño, la manipulación individual o en formatos de bandejas muy reducidas (por ejemplo, para 2 o 4 unidades) suele ser más eficiente, pero el gran volumen de producción en vivero se concentra a menudo en estos calibres intermedios que encuentran su soporte ideal en las bandejas termoformadas.

Bandejas de protección para las plantas durante el transporte.

Las ventajas para el cultivador profesional son numerosas y tangibles. Más allá del ahorro en mano de obra y la optimización del espacio que ya mencionamos, estas bandejas ofrecen una protección invaluable a las plantas durante el transporte, evitando que se vuelquen, se dañen o se rompan ramas. Facilitan los movimientos internos, permitiendo trasladar cientos de plantas en un solo viaje con un carro.

Son un pilar fundamental en la automatización de los procesos productivos; su diseño uniforme y dimensiones consistentes las hacen perfectas para ser manejadas por cintas transportadoras, trasplantadoras automáticas y robots de posicionamiento, reduciendo la dependencia de la mano de obra manual en tareas repetitivas y pesadas.

Diseño de las bandejas de cultivo y transporte.

En su diseño, se han tenido muy en cuenta diversos aspectos clave más allá de la simple contención. La funcionalidad es primordial: deben permitir insertar y retirar las macetas con facilidad, encajar unas con otras de forma estable al apilarlas (tanto vacías como, en algunos modelos, con las plantas dentro, aunque con limitaciones de altura) y ser fáciles de limpiar y desinfectar para prevenir la propagación de enfermedades.

La durabilidad varía según el grosor y el material, buscando un equilibrio entre resistencia para múltiples usos y un coste asumible.

En cuanto a la estética, aunque secundaria a la función, no se ignora; una bandeja limpia y de diseño ordenado contribuye a una mejor presentación del producto final en el punto de venta.

La seguridad para el usuario también se considera, con bordes redondeados que evitan cortes. Un aspecto técnico crucial es el diseño de la base de cada celda. Suelen incorporar realces o canales que elevan ligeramente la maceta y permiten que el exceso de agua drene correctamente fuera de la base del contenedor y circule, evitando encharcamientos dentro de la bandeja que puedan propiciar problemas de asfixia radicular o enfermedades fúngicas.

Por todo ello, la bandeja termoformada es mucho más que un soporte de plástico con huecos. Su aparente sencillez esconde un diseño pensado para facilitar desde el primer manejo de una joven plántula hasta su viaje final hacia el cliente. Un elemento fundamental en el engranaje del viverismo profesional.