Los sustratos a granel son una solución logística y económica que contribuye a optimizar la producción en viveros y proyectos de jardinería a gran escala.
El éxito en la producción de planta ornamental o en la implantación de un proyecto de jardinería se basa en gran medida sobre la calidad del medio de cultivo. Para el viverista profesional, la elección del sustrato es una inversión estratégica que impacta directamente en la sanidad, el desarrollo radicular y, en definitiva, la calidad final de la planta. Por ello, recurrir a sustratos formulados por empresas especializadas garantiza una base homogénea, equilibrada y libre de patógenos, un punto de partida esencial que las mezclas sin control técnico no pueden ofrecer.
Dentro de este ámbito, el formato de entrega del sustrato juega un papel destacado en la logística y la rentabilidad del vivero. Es aquí donde el concepto de sustrato a granel adquiere todo su significado.
¿Qué es un sustrato a granel?
Hablamos de sustrato a granel cuando el medio de cultivo se suministra sin un envase individual o saco.
En lugar de recibir el producto en palés de sacos de 50, 70, 80 o más litros, el vivero lo recepciona en grandes volúmenes, transportado directamente en camiones con remolque basculante o en grandes contenedores flexibles conocidos como big bags.
Este formato está diseñado para dar servicio a consumidores de volúmenes significativos, como viveros de producción, empresas de mantenimiento de áreas verdes o para la ejecución de grandes obras de jardinería pública y privada.
Las ventajas operativas del sustrato a granel.
La principal ventaja que ofrece este sistema es la optimización de costes. Al eliminar el proceso de envasado, etiquetado y paletizado individual, el precio por metro cúbico de sustrato se reduce de manera considerable.
Este ahorro no solo impacta en el coste directo del insumo, sino que también genera una mayor eficiencia operativa en el vivero. El tiempo que el personal destinaría a abrir y manejar cientos de sacos se puede dedicar a otras labores productivas.
A este beneficio económico se suma un importante ahorro en la gestión de residuos. La reducción drástica del consumo de plástico de los envases, aligera la carga medioambiental y logística del vivero, que ya no tiene que gestionar la retirada y reciclaje de una gran cantidad de sacos vacíos.
El proceso logístico de la fábrica al vivero.
El servicio de sustrato a granel opera bajo un modelo de planificación. El proceso comienza con el contacto entre el técnico del vivero y el fabricante de sustratos. Una vez definida la fórmula y el volumen necesarios, se programa la entrega.
El transporte se realiza comúnmente en camiones de gran tonelaje. En destino, el vehículo vuelca el material directamente en una zona de acopio designada por el viverista. Es fundamental que esta área esté limpia, pavimentada y, a ser posible, cubierta, para evitar la contaminación del sustrato con semillas de malas hierbas, patógenos del suelo o su alteración por la lluvia.
Una alternativa para quienes necesitan grandes volúmenes, pero con mayor control o en puntos de difícil acceso es el formato big bag, que contiene entre 1.000 y 3.000 litros de sustrato y se manipula fácilmente con maquinaria.
Venta de sustrato a granel a la carta.
Una de las facetas más valiosas del formato a granel es la posibilidad de solicitar sustratos a la carta. El fabricante profesional tiene la capacidad de diseñar y mezclar una fórmula específica para las necesidades concretas de un cultivo.
El viverista puede solicitar ajustes precisos en la composición de materias primas (turba rubia, turba negra, fibra de coco, compost, perlita, fertilización de fondo, etc.) para conseguir una estructura física determinada.
Además, se pueden controlar parámetros químicos clave como el pH, ajustándolo para cultivos acidófilos como hortensias o camelias, o la conductividad eléctrica (CE) mediante la incorporación de un abonado de fondo de liberación lenta, diseñado para nutrir la planta durante sus primeras fases de desarrollo en el contenedor.
Esta personalización permite al productor disponer de un medio de cultivo perfectamente adaptado a su sistema de riego, tipo de contenedor y ciclo de producción, maximizando así el rendimiento.
Así, el sustrato a granel es un servicio integral que representa una evolución en la relación entre el proveedor y el profesional, permitiendo un nivel de adaptación y eficiencia que resulta clave para la competitividad de los viveros de producción y la calidad de los grandes proyectos paisajísticos.