Macetas de inyección para los viveros de cultivo profesional.
Las macetas de inyección son contenedores utilizados en viveros para el cultivo de plantas ornamentales y frutales. Estas conviven con las macetas termoconformadas, siendo elegidas unas u otras en función del criterio del viverista y las características del mercado final.
Aunque en este artículo tratamos el tipo de macetas en un contexto de producción profesional, como también ocurre con las termoconformadas, las macetas de inyección pueden encontrarse a la venta en las zonas de material auxiliar de los puntos de venta especializados para la jardinería doméstica: centros de jardinería, centros comerciales del bricolaje, tiendas multiprecios, floristerías, etc.
Estas se fabrican mediante el proceso de inyección de plástico, siendo los materiales más comunes el polipropileno (PP) y polietileno (PE), este último más vinculado a macetas orientadas al mundo de la decoración con plantas.
Macetas o contenedores de inyección.
Antes de seguir, conviene hacer un inciso en los términos macetas o contenedores. Ambos son correctos e incluso sinónimos desde un punto de vista de argot. Las dos son un insumo para el cultivo.
Sin embargo, el término maceta se utiliza para aquellas de paredes más lisas, de tamaños pequeños a mediados y un diseño más cóncavo. En cambio, el de contenedor, para recipientes más cilíndricos, de paredes más gruesas e incluso tamaños orientados para el cultivo de plantas de mayor porte.
Macetas de inyección para el cultivo de plantas ornamentales.
En el caso de las macetas de inyección para el cultivo de plantas ornamentales, están vinculadas al concepto de plantas ornamentales en maceta y pueden darse varios casos:
- Para cultivo definitivo. Son aquellas que se utilizan desde su plantación hasta que salen del vivero al mercado.
- De protección. Es cuando cada planta se cultiva con dos macetas simultáneamente. La interior es sobre la que se cultiva realmente y saldrá a la venta. Y una exterior que la protege de la ‘suciedad’ del proceso de cultivo: manchas de salpicaduras del agua de riego, del polvo del ambiente, incidencia de luz directa, etc. Estas segundas son reutilizadas cultivo tras cultivo.
- De transición en el cultivo. Cuando una planta necesita diferentes fases de cultivo y requiere diversos trasplantes, pasando cada vez a macetas mayores, hasta que la planta alcanza el formato comercial deseado.
- Para cultivo de ejemplares. Se trata de grandes contenedores o cubetas de inyección en la que se plantan frutales, palmeras o árboles de gran porte, para que, tras el arraigue, puedan ser plantados con éxito en proyectos paisajísticos, ya sean privados o públicos.
Macetas de inyección para el cultivo de frutales.
En el caso de las macetas de inyección para el cultivo de frutales es algo más complejo, porque tienen múltiples aplicaciones más allá del vivero. Por ejemplo:
- Para plantones de frutales. Son macetas o contenedores utilizados de transición. Se cultivan en ellos los frutales en sus fases iniciales de un año o dos como máximo, para luego trasplantarse directamente en el campo.
- Frutales para bricojardinería. Se cultivan en contendores en el vivero hasta conseguir pequeños frutales avanzados en su formación, destinados a venderse en puntos de venta especializados y plantados finalmente en jardines o huertos urbanos.
- Cultivo definitivo de frutales. Hay especies de cultivo que, por condiciones del suelo o simplemente por el uso de una nueva técnica de cultivo, se opta por gestionar todo su proceso de cultivo en contenedor. El cultivo del arándano, higuera, etc. son ejemplos de una nueva forma opcional de abordar su cultivo industrial.
- Cultivo paisajístico de frutales. Cuando determinados frutales como el granado, olivo, naranjo, etc. dejan de ser rentables agrícolamente por los motivos que sean, pueden ser trasplantados a grandes contenedores de inyección para que, tras el arraigue, sean plantados en jardines y proyectos paisajísticos.
Materiales utilizados en las macetas y contenedores de inyección.
La fabricación de macetas de inyección generalmente implica el uso de polímeros plásticos como materia prima. Los polímeros más comúnmente utilizados son el polipropileno (PP) y el polietileno (PE).
El polipropileno (PP) es un polímero termoplástico ampliamente utilizado. Es conocido por su resistencia química, durabilidad, y tiene un punto de fusión relativamente alto. Es versátil y se utiliza por su buena resistencia a la humedad y a productos químicos, es ligero, pero duradero, tiene un amplio rango de temperaturas de uso y es reciclable.
El Polietileno (PE) el polietileno es otro polímero termoplástico común utilizado en la fabricación de macetas. Existen diferentes tipos de polietileno, como el polietileno de baja densidad (LDPE) y el polietileno de alta densidad (HDPE), que tienen propiedades distintas. Se utiliza en macetas con un destino de uso más estético.
El LDPE es más flexible y tiene una mayor resistencia a la flexión, mientras que el HDPE es más rígido y tiene una mayor resistencia al impacto.
Además de los polímeros base, se pueden agregar aditivos y colorantes para mejorar las propiedades específicas de las macetas. Estos aditivos pueden incluir estabilizadores UV para proteger contra la degradación causada por la exposición a la luz solar, agentes antideslizantes, o incluso componentes biodegradables si se busca una opción más amigable con el medioambiente.
Por otra parte, algunas empresas fabricantes de este tipo de macetas, incorporan a su proceso de fabricación materiales reciclados provenientes de otros productos plásticos. Esto contribuye a prácticas más sostenibles y a la reducción de residuos plásticos.
¿Cómo se fabrica una maceta de inyección?
La fabricación de macetas de inyección implica un proceso específico que utiliza maquinaria especializada para crear productos plásticos consistentes y de alta calidad.
Este proceso comienza con el diseño del molde que determinará la forma y tamaño de la maceta. Este molde suele estar hecho de acero y debe ser preciso para garantizar la uniformidad del producto final.
Una segunda fase parte del material plástico elegido (polipropileno o polietileno) en forma de gránulos (granza), materia prima que se funde para convertirla en una masa plástica maleable.
Esta masa plástica se introduce en una máquina de inyección. El proceso de inyección implica la fusión del plástico y la inyección del material fundido en el molde a alta presión. Esto llena completamente el molde y toma la forma de la maceta.
Una vez que el molde está lleno, el plástico se enfría rápidamente para solidificarse. Este paso es crucial para garantizar que la maceta conserve su forma y resistencia.
Seguidamente, el molde se abre para revelar la maceta formada. En esta etapa, las macetas aún están unidas al sistema de corredores, que son canales por donde fluye el plástico fundido. Las macetas se separan de los corredores en la próxima fase.
Las macetas individuales se separan de los corredores y se someten a cualquier proceso de acabado necesario. Esto puede incluir la eliminación de rebabas, control de calidad y otros pasos para asegurar la calidad del producto.
Cada lote de macetas se somete a una inspección de calidad para garantizar que cumpla con los estándares. Se verifican dimensiones, resistencia y cualquier otro criterio de calidad especificado.
Por último, las macetas fabricadas con éxito se empacan de manera adecuada y se distribuyen a los viveros, centros de jardinería o empresas de suministro agrícola según las necesidades del mercado.
Comprar macetas o contenedores de inyección.
Las macetas y contenedores de inyección que se comercializan en España provienen de fabricantes nacionales e internacionales. En este último caso situado preferentemente en Italia, Francia, Alemania y Holanda.
Su venta a los viveros puede realizarse directamente o mediante distribuidores locales. Los pedidos se realizan básicamente con programación para evitar su falta en momentos clave del cultivo.
Catálogo de macetas de inyección.
Si se analizan diversos catálogos de macetas de inyección para viveros de cultivo profesional, observamos que existen varios formatos ampliamente utilizados y comercializados debido a su versatilidad y eficacia.
Entre ellos están las macetas cuadradas, macetas redondas e incluso contenedores con asas para facilitar su manipulación cuando son de mayor tamaño.
Dentro de cada grupo, existe una amplia gama de referencias, algunas de ellas pensadas y diseñadas de manera exclusiva para el cultivo de una especie determinada. Así, especies como el arándano requiere de un mayor número de espacios para el drenaje, algunas forestales con diseño para evitar la espiralización radicular, etc.
Por otra parte, viveros con gran capacidad de producción, llegan a acuerdos comerciales para la fabricación de un diseño de maceta en exclusiva, orientado a marcar diferencias con sus competidores.