Un Big bag, también conocido como saco a granel, saca grande o FIBC (Flexible Intermediate Bulk Container), es un contenedor de gran capacidad utilizado para el almacenamiento y transporte de materiales a granel, como sustratos, fertilizantes y otros insumos agrícolas. También para trabajos de jardinería, cuando se necesita el Big bag para el transporte de sustrato o tierras, ya sea en espacios de trabajo en base o en altura.
Pero también para otros materiales como pienso, leña o cereales, hasta productos químicos o desechos de materiales de construcción. En definitiva, son ideales para la manipulación y el transporte de grandes volúmenes de material.
Estos envases están fabricados con rafia sintética de polipropileno tejido, un material resistente, flexible y reutilizable.
¿Cuántos litros tiene un Big bag?
Los Big Bags, según modelos, tienen una capacidad que oscila entre los 500 y 2.000 kg.
El modelo estándar es de 90 centímetros de ancho por 90 de base y 100 de altura, ofreciendo una capacidad de aproximadamente 1.000 litros. Estas medidas varían dependiendo de la necesidad de almacenaje y del tipo de material que se quiera depositar en él, llegando a ser de grandes tamaños y con una capacidad que va desde 500 hasta los 2.000 litros.
Los tamaños más comunes incluyen capacidades de:
- 500 litros. Utilizado para viveros más pequeños o cuando se necesita mayor flexibilidad en el manejo de materiales.
- 1.000 litros (1 tonelada). Es el tamaño estándar y más utilizado en el sector, ya que ofrece un buen equilibrio entre capacidad y facilidad de manejo.
- 1.500-2.000 litros. Ideal para viveros grandes o para aplicaciones que requieren un manejo masivo de sustratos.
La elección del tamaño depende de la infraestructura del vivero, como el tipo de maquinaria disponible para el manejo de los sacos y el espacio de almacenamiento.
Ventajas de los envases Big bag en jardinería y viverismo.
Entre las ventajas de los envases Big bag para el transporte de sustrato en jardinería y viverismo con respecto a envases más pequeños, está la reducción de costos de manejo. Al manejar grandes volúmenes en un solo envase, se reduce significativamente el tiempo y esfuerzo necesario para cargar, descargar y almacenar el sustrato en comparación con los sacos pequeños. Un solo Big bag puede sustituir varios sacos de 80 litros, simplificando el proceso logístico.
La optimización del espacio es otra de sus virtudes porque permiten un uso más eficiente del espacio de almacenamiento. Al estar diseñados para apilarse de manera estable, ocupan menos espacio que una cantidad equivalente de sacos individuales.
Al utilizar menos envases, se reduce la cantidad de residuos plásticos generados, lo cual es un beneficio tanto económico como ambiental.
Un factor a destacar es su facilidad de descarga porque poseen correas de agarre, permitiendo una descarga controlada y eficiente del sustrato directamente en el área de cultivo o en otros contenedores.
Otra de sus ventajas es su total apertura superior, lo que facilita enormemente su llenado y vaciado con el producto elegido.
Por todo ello, el uso de Big bags para el transporte y almacenamiento de sustratos representa una solución eficiente, económica y sostenible para viveros y empresas de trabajos y mantenimiento de jardinería.